Dentro de poco tiempo recibiremos otra efusión del Espíritu Santo como en el día de Pentecostés, en el que nació la Iglesia. Esta vez, será sobre toda la humanidad y producirá una gran iluminación espiritual.
Iluminación, a los que con honestidad intelectual y sinceridad del corazón buscan la verdad (Yo soy la verdad Jn 14.6), ya que se accederá con mayor facilidad, por el auxilio de la gracia, que es proporcional a la humilde disponibilidad para escucharla.
La oscuridad también será proporcional a la luz espiritual que se posea por haber sido iluminados por el Espíritu de la Verdad (Jn 14.17), en tanto esta sea rechazada por distintos motivos. Mencionaré el más común y menos tenido en cuenta, el rechazo por omisión:
Pongan en práctica la palabra y no se contenten solo con oírla, de manera que se engañan a ustedes mismos. El que oye la palabra y no la practica, se parece a un hombre que se mira en el espejo, pero enseguida se va y se olvida como es. Sant 1.22-24
Desobedecer esta palabra ocasiona la ira de Dios, que se revela desde el cielo contra la impiedad y la injusticia de los hombres… .. Porque todo cuanto se puede conocer acerca de Dios está patente ante ellos….. Por el contrario, se extraviaron en vanos razonamientos y su mente insensata quedó en la oscuridad. Haciendo alarde de sabios se convirtieron en necios y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por imágenes que representan a hombres….. Y como no se preocuparon por reconocer a Dios (a través de la obediencia), él los entregó a su mente depravada para que hicieran lo que no se debe. Rom 1.18-19, 21-23, 28
Mi pueblo no escuchó mi voz, Israel no me quiso obedecer: por eso lo entregué a su obstinación, para que se dejaran llevar por sus caprichos, porque este es un pueblo en rebeldía, son hijos mentirosos, hijos que no quieren escuchar la enseñanza del Señor. Sal 81.12-13; Is 30.9
Los que no le creen a Dios lo hacen pasar por mentiroso y aunque harán ostentación de piedad, carecerán realmente de ella….. (porque) …..hacen profesión de conocerlo, pero con sus actos lo niegan. 1 Jn 5.10; 2Tim 3.5; Tit 1.16
Este pueblo se acerca a mí con la boca y me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí, y el temor que me tiene no es más que un precepto humano, aprendido por rutina. Por eso, yo seguiré haciendo prodigios, prodigios estupendos, en medio de este pueblo: desaparecerá la inteligencia de sus sabios y se eclipsará la inteligencia de sus inteligentes, (y) Dios les envía un poder engañoso que les hace creer en la mentira a fin de que sean condenados todos los que negaron creer en la verdad. Is 29.13-14; 2Tes 2.11-12
No hay comentarios:
Publicar un comentario