Mensajes de la Santísima Virgen María*
*Al Padre Esteban Gobbi, fundador del Movimiento Sacerdotal Mariano.
Difundan cada vez más los cenáculos familiares, para ofrecerles una morada segura, en la gran prueba que les espera. 1-01-90
Cenáculo es el nombre que se le dio al lugar donde Jesús celebró la Última Cena con sus discípulos, e instituyó la Eucaristía. También la Santísima Virgen junto con los apóstoles se reunió a orar en ese lugar, esperando la llegada del Espíritu Santo Paráclito, prometido.
La Santísima Virgen lo confirma con sus palabras en el mensaje 17-04-74:
“Cuando dos o más están reunidos en mi nombre, Yo estoy en medio de ellos” así ha dicho mi Hijo Jesús. Cuando dos o más sacerdotes* de mi Movimiento están reunidos por mí, también estoy en medio de ellos. Yo misma con ellos y en ellos me manifiesto, sobre todo cuando estos sacerdotes están reunidos en la oración. Por esto es necesario que los sacerdotes de mi Movimiento comiencen a encontrarse, a reunirse. No es necesario que sean reuniones numerosas: aún con dos o tres es suficiente. Estos encuentros deben formar auténticos cenáculos.
*Este mensaje fue dirigido a los sacerdotes en la etapa fundacional de este movimiento creado por la Santísima Virgen, pero no se limita exclusivamente a los sacerdotes y a ese tiempo histórico, sino que es el comienzo de un llamado a todos los que nos queremos considerar sus hijos.
¿Cómo harán ahora para salvarse del gran castigo que ha llegado, si han rechazado lo que la Mamá Celestial les ha ofrecido para su salvación?
Soy madre preocupada porque el tiempo de los últimos acontecimientos ya ha llegado. Hasta ahora he podido postergar el inicio de la gran prueba, por la respuesta que he tenido de todas partes del mundo, pero ahora tendrán que vivir el tiempo conclusivo de la gran tribulación. He suscitado en todas partes mi Movimiento Sacerdotal Mariano, para este momento. Por eso he llevado a este hijo a todas partes del mundo para hacerlos entrar a todos en el refugio seguro de mi Corazón Inmaculado. Vivan dentro de este refugio el tiempo de la gran prueba que ya ha llegado para todos. 31-12-94
Los tiempos serán abreviados, porque soy la Madre de la Misericordia y cada día ofrezco sobre el trono de la Divina Justicia mi oración, unida a la de los hijos que me responden con un sí y se consagran a mi Corazón Inmaculado. Uno de los dolores de mi Corazón a todos los sufrimientos de los buenos, que llevan con paciencia la cruz de estos tiempos de la gran tribulación. Los dolores de los pobres y de los frustrados, de los pequeños y marginados, de los pecadores y de los alejados, de los enfermos y de los desesperados, de los abandonados y de los oprimidos, son recogidos en el jardín de mi sufrimiento materno y son ofrecidos a la Divina Justicia en señal de reparación y de perenne intercesión. 29-09-95
Como Noé, en nombre del Señor, invitaba a entrar en el arca a aquellos que debían ser salvados del diluvio, así ahora tú, mi pequeño, en nombre de tu Mamá Celestial debes invitar que entren en el refugio de mi Corazón Inmaculado, a los que deben ser protegidos, defendidos y salvados de la gran prueba que ya ha llegado para la Iglesia y toda la humanidad. 15-03-93
Quedará en la Iglesia Católica un pequeño resto que será fiel a Cristo, al Evangelio, a toda su Verdad. El pequeño resto formará una pequeña grey, toda custodiada en lo profundo de mi Corazón Inmaculado. Esta pequeña grey estará formada por aquellos obispos, sacerdotes, religiosos y fieles que permanecerán firmemente unidos al Papa, todos reunidos en el Cenáculo de mi Corazón Inmaculado, en un acto de oración incesante, de inmolación perenne, de ofrenda total, para reparar la vía dolorosa para la segunda venida de mi Hijo Jesús. 11-06-88
*Libro de los mensajes: A los Sacerdotes Hijos Predilectos de la Santísima Virgen.
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