¿O no saben que sus cuerpos son templo del Espíritu Santo, que habita en ustedes y que han recibido de Dios? Por lo tanto, ustedes no se pertenecen, sino que han sido comprados, ¡y a que precio! Glorifiquen entonces a Dios en sus cuerpos ( no a Satanás y sus secuaces). 1Cor 6.19-20
¿No saben ustedes que son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él. Porque el templo de Dios es sagrado, y ustedes son ese templo. 1Cor 3.16-17
Todo me está permitido, pero no todo es conveniente. Todo me está permitido, pero no me dejaré dominar por nada (1Cor 6.12), ni siquiera por un cigarrillo, porque uno es esclavo de aquello que lo domina. 2Ped 2.19
Los alimentos (el oxígeno es uno de ellos) son para el estómago (también para los pulmones) y el estómago (los pulmones) para los alimentos (para el oxígeno), y Dios destruirá a ambos. Pero el cuerpo no es para la fornicación (alabar al demonio con el humo del cigarrillo), sino para el Señor, y el Señor es para el cuerpo. 1Cor 6.13
¿No saben acaso que sus cuerpos son miembros de Cristo? ¿Cómo voy a tomar los miembros de Cristo para convertirlos en miembros de una prostituta? (¿cómo voy a alabar a los demonios?). De ninguna manera. 1Cor 6.15
Eviten la fornicación (ser esclavizados por el maligno, aunque sea con un solo cigarrillo). Cualquier otro pecado cometido por el hombre es exterior a su cuerpo, pero el que fornica peca contra su cuerpo (pero el que está al servicio de Dios, peca contra el Espíritu). 1Cor 6.18
La mujer no es dueña de su cuerpo, sino el marido; tampoco el marido es dueño de su cuerpo, sino la mujer. 1Cor 7.4
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